Maria Felix Amaya De Ramirez

Maria Felix Amaya De Ramírez, cariñosamente conocida como "Peche", nacida el 20 de Noviembre de 1961, falleció el 21 de Agosto de 2025. Era una figura querida en su familia y comunidad, conocida por su fuerte carácter, independencia y dedicación inquebrantable a sus seres queridos.

María poseía una naturaleza reflexiva que la hacía querida por quienes la rodeaban. Como trabajadora, equilibraba su vida profesional mientras se aseguraba de ser una presencia constante para su familia. Su espíritu de perdón era un testimonio de su fuerza, permitiéndole nutrir las relaciones con compasión y comprensión. Por encima de todo, María era una devota mujer de familia.

A lo largo de su vida, María encontró alegría en varias actividades que la acercaron a su fe y a sus seres queridos. Disfrutaba profundamente cantar canciones de adoración, particularmente Corritos, y era un miembro activo de su iglesia, asistiendo a los servicios todos los Domingos. Su fuerte conexión con su fe le proporcionó consuelo y orientación. María también apreciaba el tiempo que pasaba leyendo la Biblia.

María tenía un vínculo especial con sus nietos, que los colmaba de amor y cariño. Ella se deleitó con sus risas e afecto, con gran orgullo al verlos crecer. Además, disfrutaba de relajarse viendo telenovelas y jugando lotería, a menudo reuniendo a la familia para estos momentos alegres.

A María le sobreviven sus hijos, Rosalinda Sosa, Armando García Jr., Santiago García, Ruth Pineda y Esperanza García. Fue una orgullosa abuela de Maria Yesenia Trejo, Aracely Sosa, Clarissa Hernández, Kaen Antonio, Fred Antonio, Natalie Ponce, Abigail Jimena Sosa, Sophie Linares, Makayla García, Jeremias García y Lilly Ulloa. Además, le sobreviven sus bisnietos, Mia Grace Trejo Almazan y Noah Osiris Trejo Almazan, quienes llevarán adelante su legado de amor y calidez.

Fue precedida en la muerte por sus padres, Esperanza Herrera y Emilio Herrera, quienes impartieron valores que dieron forma a la notable mujer en la que se convirtió.

María Félix Amaya De Ramírez será recordada con cariño por su fuerza, su papel como matriarca amorosa y su dedicación a su fe y familia. Su legado vive a través de sus hijos, nietos y bisnietos, que continúan inspirándose en su espíritu reflexivo y amoroso.

Mamita, hoy te despedimos con el corazón, pero tu esencia vive en nosotros y nos enseña el camino.

Luchaste hasta donde pudiste mamita pero ya estabas cansada.

fuiste muy fuerte y muy valiente.

Te extraño mi viejita linda

En este último adiós, te recordaremos como la fuerza que fuiste, y te agradeceremos por cada instante que compartimos.

Descansa en paz, madre. Tu fuerza nos dio la vida, y tu amor nos dará el consuelo que necesitamos para continuar.